jueves, 7 de julio de 2011

Aprender a ser felices


Me parece que la primera cosa que tendríamos que enseñar a toda persona que llega a la adolescencia es que los humanos no nacemos felices ni infelices, sino que aprendemos a ser una cosa u otra y que, en una gran parte, depende de nuestra elección el que nos llegue la felicidad o la desgracia.

Que no es cierto, como muchos piensan, que la dicha pueda encontrarse como se encuentra por la calle una moneda , sino que es algo que se construye, ladrillo a ladrillo, como una casa.

Habría también que enseñarles que la felicidad nunca es completa en este mundo, pero que, aun así, hay raciones más que suficientes de alegría para llenar una vida  de entusiasmo y que una de las claves está precisamente en no renunciar o ignorar los trozos de felicidad que poseemos, esperando y soñando con la felicidad entera.

Sería también necesario decirles que no hay "recetas" para la felicidad, porque, en primer lugar, no hay una sola, sino muchas felicidades y que cada persona debe construir la suya, que puede ser muy diferente a la de los demás.
Y porque, en segundo lugar, una de las claves para ser felices está en descubrir "qué" clase de felicidad es la mía propia, y saber que  aunque no haya recetas infalibles, sí hay una serie de caminos por los que, con certeza, se puede caminar hacia ella.

9 comentarios:

Carmen Rosa dijo...

Hola MABELITA
Humm la felicidad, que lindo tema. Si somos conscientes que es una elección que podemos tomar, muchas personas dejarían de sentirse víctimas de las circunstancias, de los demás, de todo lo que les rodea y recobrarían su poder. Ojalá se incremente la mayor cantidad de personas felices en el mundo.
Un beso

Unknown dijo...

No existe receta mágica, pienso que cada ser humano le llama felicidad a distintas situaciones.
Muchas veces uno no elige lo que sucede, pienso en la muerte de un hijo, los abusos sexuales, la falta de cariño: hay mucha gente sola...cuando se carece de amor en la infancia es muy costoso remontar.

Solo sé que el buen humor ayuda :)

Besitos, sacá a pasear a la persona jajaja

Anónimo dijo...

Hola Mabel. Tienes mucha razón en lo que dices. A cada persona le hace feliz distintas cosas.
Cada uno que sea feliz como quiera, siempre que no dañe a los demas.
Pero son momentos , instantes,.
Te deseo muchos momentos felices.
feliz fin de semana. biquiños

Ricard dijo...

Hola Mabel.
Un tema muy amplio y muy interesante.
Creo que la felicidad varia segun el criterio y el valor de lo conseguido por cada uno.
Hay quien es feliz con algo muy simple porque carece de todo y hay quien no se siente feliz por disponer de cuanto quiera y no poder aspirar a mas.
Personalmente me considero de los que muchas cosas me hacen setir muy feliz.
Por ejemplo...tu amistad.
Besos corazon.
Ricard.

Anónimo dijo...

Creo que, como sobre otras tantas cosas de la vida, la felicidad no puede enseñarse, ya que depende mucho de lo que para cada quien pueda representar...lo que podrìamos decirles a los jòvenes es que sin ser conformistas, si debemos darle valor a lo que tnemos cerca,a las pequeñas cosas, a las que a veces minimizamos por cotidianas, y que años despuès nos damos cuenta que eran la felicidad...

abrazos

Alma Mateos Taborda dijo...

Ays querida Mabel, cuánta sabiduría y certezas has plasmado en este post. Cuántos habemos que dejamos escapar trozos de felicidad, sin darnos cuenta que somos los artífices de nuestro destino y que somos consecuencia de nosotros mismos. Brillante post. Un abrazo.

Mandalas, Espacio Abierto dijo...

Hola Mabel

Me encanta leerte. Siempre aprendo mucho haciéndolo.

Pienso lo mismo que tú. Tenemos que aprender a enseñar, siendo sinceros, mostrando cómo es la vida real. Así nuestros jóvenes la vivirán con menos frustración y alegría.

Bonita entrada.

Besotes.

Mabel dijo...

Hola amigos, gracias por la visita y vuestros comentarios.
Besos

Daniela (Dalo) dijo...

A mi es tan simople lo que me hace feliz, la cotidianeidad misma. Creo que siempre es mejor y más saludable ver el vaso medio lleno no medio vacío. Es verdad que la felicidad está en las pequeñas cosas.