El Rincón de la Nostalgia

CALESITA, CAMINATA LUNAR, PELOTEROS...

El domingo paseando por el parque sentí que volvía a mi infancia, pues allí estaba la calesita, ya no rodeada por un alambrado, sino por barras de contención, algo más moderno y asientos de cemento alrededor para que los papás, tios y abuelos saluden a la princesita o príncipe en cuestión. No funcionaba todavía pero me acerqué para verla bien en detalles, avioncitos, caballitos, cohete espacial , etc en una variada y hermosa paleta de colores, dibujos y fileteados que era una explosión de alegría, sentí que en cada asiento había un pedacito de mi infancia y con mi imaginación me senté en ese caballito que en épocas de mi niñés, sentía que me llevaba a largas y extensas praderas en busca de mi príncipe azul, o ya más grandecita, parada y sostenida de la barra, queriendo agarrar la sortija para una vuelta gratis. Con los años, uno se pone tonto en ciertas cosas, la calesita empezó a girar y creo que si tuviera la oportunidad de subir, aunque no me siente en un cohete lunar, me sintiría trasportada por la vía láctea, del mareo y del vértigo. Y  para mi asombro, de todos los entretenimientos, la calesita se acaparó a todos lo peques domingueros. Hoy es considerada "patrimonio cultural", porque es el día de hoy que todavía funcionan.

Pero los años pasan y las modas también y cosas nuevas , creativas,  invaden los centros de recreación, y allá por los 70 llegó la famosa "caminata lunar", mezcla de cama elástica y burbuja inflable, que los chicos no paraban de saltar volando por el aire, dando mil volteretas sin ningún peligro de lastimarse y hasta quedar sin aliento.. Yo viví con mis hijos esa época. No solo se despeinaban, también se semidesvestían, se transpiraban, se chivaban, perdían una media, quedando super agotados. Después vino el "tobogán gigante", invento que no  tuvo muy en cuenta las leyes físicas, y  con más de un accidente, algunos graves, fue retirado, abolido y olvidado. Pero hoy "los peloteros" están a la orden del día, junto con los puestos de hamburguesas.
Que ganas de tirarme!!!, que tentación de meterme y zambullirme en esas pelotitas multicolores!!!, uno ve esas cosas y por un momento quisiera ser niño de nuevo. Fue un paseo hermoso y una sensación muy linda , una forma más de descubrir que todos llevamos un niño adentro.

Mabel