A boca de jarro..

Recuerdo cuando mis hijos eran pequeños, no se cansaban nunca de jugar, cada vez que había un problema y debía hablar con ellos, los sentaba en la mesada de la cocina, para estar a la misma altura y me miraran a los ojos prestándome así, más atención.

Sabían que cuando los sentaba en la mesada, la cosa se ponía seria.
No me cansaba de hablarles, explicarles, para que entendieran de alguna forma que es lo que estaba mal y tambien lo que estaba bien. Cuando comentaba ésto con mi amiga de toda la vida, me decía.. les entra por un oído y les sale por el otro, y yo decía.. ojalá, ojalá, porque algo en el camino les va a quedar. Hoy ya hombres los dos, me demostraron que sí, que es mucho lo que les quedó
A boca de jarro fueron siempre nuestros díalogos, las cosas con nombres y apellidos, sin vueltas. Habláme de lo que sea, solía decirles y más de una vez quedaba perdida en la neblina, pero esa confianza era impagable y supe salir airosa , aunque a veces transpirando. 
Considero que una mamá debe aprender tres cosas básicas con los hijos: 

Escuchar 
Comprender 
Acompañar.

Mucho, muchísimo aprendí de ellos y creo que ellos de mí. La falta de su papá a edad muy temprana, solidificó mucho más nuestra relación, aunque creo que de todos modos, hubiera sido igual, porque mamá es mamá, también papá?...mmmmm , lo dejo para el próximo posteo.

Mabel