viernes, 7 de marzo de 2014

Cuando muere el amor de tu vida




La persona se va, pero el amor nunca muere!!!

Que golpe  tan fuerte, que dolor!!, sientes que se junta el cielo y la tierra, sientes el sabor amargo de lo irreversible, ese nunca más de lo que hacías con esa persona, ese nunca más de tenerlo, y quedarte solo con su  recuerdo , los momentos inolvidables, las miles de vivencias compartidas.
Todo cambia, tu vida no es la misma, habrá vacíos que con el tiempo  tendrás que llenar con nuevos lugares,  nuevas cosas que hacer, afrontando situaciones nunca imaginadas, y en todas esas cosas nuevas, también aparecerán personas nuevas.
Por momentos te encuentras sin rumbo fijo, solo, enojado con vos mismo, con la vida, sin ilusiones, sin sueños, sin metas a cumplir, es difícil reordenar tu vida,  te niegas, no encuentras el camino , no tienes ganas de nada, cuesta y crees que es imposible, pero no es así, llegará el  momento en que  todo pasa, que poco a poco llega la calma, que la vida continúa  y de a poco uno comienza a creer  y a darse cuenta que se merece una nueva oportunidad, se merece volver a empezar una nueva vida.
Nada ni nadie por darse una nueva oportunidad olvidará aquel amor de su vida, el duelo hay que aceptarlo y vivirlo , lleva tiempo, pero es posible y ese ya será un gran paso para aprender a convivir con esa pena y permitirse nuevamente ser feliz, solo o acompañado .

6 comentarios:

Mabel dijo...

Amigos!, pasen un buen fin de semana!!!
Besos

Fiaris dijo...

Gracias ¡igual para ti!
abrazos

Unknown dijo...

Mabel cuando se marcha alguien que es parte de nosotros mismos nada puede ocupar su vacío pero merecemos otra oportunidad, la vida es un regalo que debemos aprovechar.

Un cariñoso abrazo,

Sor.Cecilia Codina Masachs dijo...

Hola Mabel.Sí la muerte de quien amamos nos deja un gran vacío, pero hemos de continuar la vida e intentar ser felices con lo que nos depara.
Gracias por volver a publicar.
Le dejo un gran abrazo
Sor-Cecilia

Carlobito dijo...

No creo que la muerte de un ser amado pueda superarse del todo, es como si una parte de nosotros muriera también.

Parece que nuestra consciencia no estaría diseñada para comprender la muerte, por eso nuestra mente queda dañada irreversiblemente.

En mi caso, mi único escape de la muerte fue irónicamente la vida, el nacimiento de mi hijo fue mi propio renacimiento.

Saludos querida Mabel

Mabel dijo...

Sau: Si que deja un vacio, pero cosas y voces nuevas llegarán y uno aprende a convivir con la pena.
Besos

Sor Cecilia: Gracias por estar siempre!!, como dice más arriba un amigo, la vida es un regalo que debemos aprovechar!
besos

Carlobito:A mi me tocó esta experiencia y se puede superar, porque como bien dices, hay cosas que te hacer renacer o te da la fuerza de seguir, como me dieron mis dos hijos y si existo vale la pena vivir.
Abrazo