viernes, 22 de enero de 2010

Realidad y Apariencia



A veces se me presenta uno que otro acontecimiento (reuniones con amigos, cumpleaños) y es la oportunidad para sacarme esta onda clásica y de entrecasa que tengo a la hora de vestir, y tirarme todas las galas encima.
Y cuando salgo a la calle siento las caricias "asesinas" de esas miradas punzantes, de mirillas, preguntando..a donde vas? en que andarás?. El precio de estar sola.
Y yo sonrío... lo disfruto..también soy "asesina". "Que te importa" digo para mis adentros y subo airosa al coche amigo o al taxi.
A veces circunstancias en la vida te enseñan que no todo debe decirse, que no todo debe saberse, no "todos deben saber" más allá de que uno sienta la necesidad de gritar a los cuatro vientos. No es bueno poner todos los trapitos al sol, porque siempre están esos "asesinos" al acecho para molestar. Pero no hay que darle tanta importancia a lo que no tiene. . En mi caso no tengo nada que esconder, y por ese motivo no me debo sentir obligada a hablar, y les puedo asegurar cuantos disgustos al p... se pueden ahorrar.
Nuestras cosas solo se deben compartir, hay que saber con quien, donde y cuando. Todo tiene su momento, hay que ser paciente y esperar, para que el impacto sea suave y certero." No me importa ni me callo", suele decir uno, pero no es así, hay cosas que a veces te quitan el sueño y las ganas de comer.
Todos debemos mantener un cierto misterio y dejar que el otro elija el momento para sacarse las dudas. Preguntará lo que quiere saber, y no lo que le queremos contar, y está en nosotros como vamos a responder. Respetame y te respeto. No se puede estar siempre con la armadura puesta, y la espada en la mano. No sirve.
Mabel

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