jueves, 25 de agosto de 2011

Mujeres que se reúnen alrededor del fuego

Alguien me dijo que no es casual…que desde siempre las elegimos. Que las encontramos en el camino de la vida, nos reconocemos y sabemos que en algún lugar de la historia de los mundos fuimos del mismo clan. Pasan las décadas y al volver a recorrer los ríos esos cauces, tengo muy presentes las cualidades que las trajeron a mi tierra personal.
Valientes, reidoras y con labia. Capaces de pasar horas enteras escuchando, muriéndose de risa, consolando. Arquitectas de sueños, hacedoras de planes, ingenieras de la cocina, cantautoras de canciones de cuna.

Cuando las cabezas de las mujeres se juntan alrededor de “un fuego”, nacen fuerzas, crecen magias, arden brasas, que gozan, festejan, curan, recomponen, inventan, crean, unen, desunen, entierran, dan vida, rezongan, se conduelen.

Ese fuego puede ser la mesa de un bar, las idas para afuera en vacaciones, el patio de un colegio, el galpón donde jugábamos en la infancia, el living de una casa, el corredor de una facultad, un mate en el parque, la señal de alarma de que alguna nos necesita o ese tesoro incalculable que son las quedadas a dormir en la casa de las otras. 


Cambiamos. Crecimos. Nos dolimos. Parimos hijos. Enterramos muertos. Amamos. Fuimos y somos amadas. Dejamos y nos dejaron. Nos enojamos para toda la vida, para descubrir que toda la vida es mucho y no valía la pena. Cuidamos y en el mejor de los casos nos dejamos cuidar.

Nos casamos, nos juntamos, nos divorciamos. O no?

Pasamos noches en blanco, noches en negro, noches en rojo, noches de luz y de sombras. Noches de miles de estrellas y noches desangeladas. Hicimos el amor, y cuando correspondió, también la guerra. Nos entregamos. Nos protegimos. Fuimos heridas e inevitablemente, herimos.

Hoy somos todas espejos de las unas, y al vernos reflejadas en esta danza cotidiana, me emociono.

Porque cuando las cabezas de las mujeres se juntan alrededor “del fuego” que deciden avivar con su presencia, hay fiesta, hay aquelarre, misterio, tormenta, centellas y armonía. Como siempre. Como nunca. Como toda la vida.

Para todas las brasas de mi vida, las que arden desde hace tanto, y las que recién se suman al fogón.

SIMONE SEIJA PASEYRO

Resumen de texto original

15 comentarios:

Unknown dijo...

MABEL tenes un empeño en hacerme llorar!! jaajajaj que hermoso texto! particularmente siempre fui mas amiga de varones que de mujeres, no sé por que, siempre las mujeres me terminaron desilucionando, igualmente siempre insisto, necesito alguien con quien ir a comprar zapatos!

Unknown dijo...

MABEL tenes un empeño en hacerme llorar!! jaajajaj que hermoso texto! particularmente siempre fui mas amiga de varones que de mujeres, no sé por que, siempre las mujeres me terminaron desilucionando, igualmente siempre insisto, necesito alguien con quien ir a comprar zapatos!

Ale dijo...

Qué lindo poder mantener esa sincronía a traves del tiempo! muy buen texto, besosss!

MORGANA dijo...

No lo dudes en absoluto Mabel,porque así es .Este texto lo leí hace tiempo y me sigue emocionando.
Besotes.

Carmen Rosa dijo...

Hola MABELITA
Hermoso texto, yo no pierdo oportunidad para pasar buenos momentos con amigas alrededor "del fuego", siempre hay motivos para hacerlo.
Besitos

Ricard dijo...

Precioso.
La armonia, la amistad y el fuego son lo que enraizan las amistades y el cariño.
En mi tierra, a ese fuego se le llama "Caliu". Es una palabra muy nuestra y muy catalana, que significa calor humano.
Ese calor es el que tu saber dar a tus amigos.
Gracias por hacernoslo llegar.
Abrazos enormes.
Ricard

Unknown dijo...

Qué texto tan conmovedor! Gracias por mostrarlo y compartirlo con nosotras!!!
Besito
Roos

Marinel dijo...

Desconocía este texto,pero he de decir que me ha emocionado comprender,tener en mis manos la certidumbre de que somos una amalgama de sucesos,de sentires varios,de incógnitas mil,que al unirse hacen chispa.
Qué bonita manera de describir esos momentos en los que las mujeres somos hacedoras...
Me ha encantado.
Besos.

Anónimo dijo...

Mabel...¡que hermoso! Dificulto que haya una mujer que no se sienta representada en esta historia, que invita, además, a la reflexión...¡los hombres debieran leerla! Le da a una un calorcito al corazón...un orgullo haber nacido mujer...

abrazos

Norma dijo...

ja ja ja , Mabel somos mujeres.
Besossssssssssssssssssssssssss

Mabel dijo...

Gracias a todos por enriquecer este post con vuestros comentarios. Un texto hermoso y muy cierto.
Buen Fin de Semana!
Abrazo y besos a todos.
Mabel

Unknown dijo...

Cuando nos juntamos ahhh es maravilloso! es un texto encantador :)

Carlobito dijo...

Muy lindo texto, muy real.

Siento mucha tristeza cuando pienso en la amistad que perdió mi esposa... su amiga era más que una hermana para ella, pero por un motivo que jamás pudimos comprobar, se separaron... y parece que para siempre.

Y me siento no solo triste, sino culpable, porque al parecer se separaron por mi culpa... creo que ambas estaban enamoradas de mi.

He intentando muchas veces reunirlas, y no lo he logrado... pero aún no pierdo las esperanzas.

Saludos Mabel

Chilaquiles regios dijo...

Mabel: Cuantas reflexiones que llegan al alma...A estas dentro de unos años habrá que agregarle las tantas historias blogeras compartidas... Es increíble como este medio paso a ser tan importante en la vida de muchas...besitos

Daniela (Dalo) dijo...

Qué hermosa entrada Mabel!!!! Tengo pocos pero buenos amigos y aunque no me reuno arededor del fuego, disfruto hacerlo alrededor del mate o de una buena mesa.